se va acercando el momento y cada segundo duele más, abriendo las heridas ya cicatrizadas.
no queremos de hablar de ello, pero es algo que está ahí, en el aire. un veneno que vamos respirando y va matándonos por dentro, empezando por el corazón y yendo hacia cada extremidad, para acabar matándonos también el cerebro. y así ni un ápice de emoción, de sentimientos, de sensaciones, al fin y al cabo, tendrá hueco en nuestro cuerpo.
y pensar, que todo este sufrimiento no sirve de nada, y que no hay ninguna recompensa acelera el proceso; porque nadie, ni nosotros mismos, sabremos si nos queríamos.
no queremos de hablar de ello, pero es algo que está ahí, en el aire. un veneno que vamos respirando y va matándonos por dentro, empezando por el corazón y yendo hacia cada extremidad, para acabar matándonos también el cerebro. y así ni un ápice de emoción, de sentimientos, de sensaciones, al fin y al cabo, tendrá hueco en nuestro cuerpo.
y pensar, que todo este sufrimiento no sirve de nada, y que no hay ninguna recompensa acelera el proceso; porque nadie, ni nosotros mismos, sabremos si nos queríamos.
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