Te encarcelas a ti mismo, te limitas, te desesperas, te sitúas tras barrotes invisibles y lamentas estar preso.
Vivir y no vivir tu vida.
Ver, pero no reconocer.
El tiempo, pasa, desgasta, transforma, no lo puedes evitar, ni ahora ni antes. No puedes experimentar y tratar de paralizarlo todo con tal de recuperar esos segundos perdidos o con tal de volver a los instantes una vez felices. No puedes hacer recuperar a nadie a los momentos de su vida que se han acabado.
Empieza a ver, a reconocer la realidad y a la persona.
Medita sobre el presente, sobre ti y tus decisiones, abandona los otros pensamientos, que ahora tanto te ocupan, y céntrate en ti, sé por una vez egoísta y quema el libro del pasado; que ahora, ahora si es pasado.
Vivir y no vivir tu vida.
Ver, pero no reconocer.
El tiempo, pasa, desgasta, transforma, no lo puedes evitar, ni ahora ni antes. No puedes experimentar y tratar de paralizarlo todo con tal de recuperar esos segundos perdidos o con tal de volver a los instantes una vez felices. No puedes hacer recuperar a nadie a los momentos de su vida que se han acabado.
Empieza a ver, a reconocer la realidad y a la persona.
Medita sobre el presente, sobre ti y tus decisiones, abandona los otros pensamientos, que ahora tanto te ocupan, y céntrate en ti, sé por una vez egoísta y quema el libro del pasado; que ahora, ahora si es pasado.
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