DECISIONES DE AQUI Y AHORA, DECISIONES VISCERALES.
A veces hablamos de decisiones tomadas con la cabeza, con el corazón, etc. Pero nunca hablamos de las tomadas por el estómago, las tomadas por y para el presente. La toma de decisiones viscerales es objeto de admiración. Tanto por la calidad de las decisiones como por el coraje que hace falta para tomarlas. Quien toma una decisión visceral tiene una gran seguridad en sí mismo y éste es un rasgo extremadamente valioso. Este tipo de decisiones se toma en momentos críticos. En momentos en los que no podemos pararnos a pensar en consecuencias, a sopesar los argumentos, a calcular las probabilidades de cada resultado o a reflexionar en personas o sentimientos heridos.
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