martes, 6 de diciembre de 2011

Vivir con intensidad.



No puedo más.
Yo no necesito un Dios.
Lo que me falta es amor.
Puta vida.


Infinity.

Las emociones embotelladas corrompen el espíritu de las personas.
Si no descorchas la botella de champán, si no hay liberación, no hay alivio ni curación.
La vida es un conjunto de espuma de champán, un conjunto de sentimientos que salen a borbotones,
eyaculaciones de tristeza, impotencia, rabia, dolor, miedo, amor, alegría, risas.



La vida es lo más frágil impredecible e inexacto que existe. 
Sólo hay una cosa en la vida de la que podemos estar seguros, de que nos va a joder.
Nunca vamos a estar preparados para atacar, porque eso supone dejar de disfrutar. 
Sólo podemos acordarnos de los momentos de paz anteriores a la guerra y luchar por ellos; 
POR VOLVERLOS A VIVIR.
Porque la vida acaba siendo un deseo, un deseo de volver a ser feliz, de volver a sentir plenitud.
Porque si la vida carece de deseos, acaba por ser imposible y odiosa.

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